Historia
Uno de Pérez Zeledón y el otro de Guadalupe.
Uno de una familia grande y el otro de una familia pequeña,
pero los dos querían ser ingenieros.
Nos conocimos en la universidad mientras estudiábamos ingeniería civil.
No fue hasta años después, de graduarnos y de trabajar como ingenieros,
que nos decidimos a montar nuestro propio negocio, en un área diferente a la que estábamos acostumbrados a trabajar.
En el taller, ubicado en Santa Lucía, nuestros panaderos reciben pedidos de cada una de nuestras tiendas. Estos pedidos son para consumo diario y se hornean en cada tienda según la demanda. Esta es nuestra manera de trabajar para poder ofrecerles la mayor frescura posible, y esto es lo que nos diferencia de los demás.
Son ustedes, nuestros clientes, los que nos dicen día con día que es lo que les gusta y lo que quieren. Y son cuatro panaderos y once colaboradores en tiendas y camión, los que hacen que todo camine.
